HomeRehabilitación de Edificios¿Cada cuánto se debe rehabilitar la fachada de un edificio?

¿Cada cuánto se debe rehabilitar la fachada de un edificio?

Cuando se piensa en la rehabilitación de un edificio, la fachada es uno de los puntos más importantes. La fachada no responde solamente a una cuestión estética, sino que cumple un rol clave en lo que respecta a la eficiencia de los ambientes, al ahorro energético, al confort, a la comodidad, a la calidad de vida, entre otras cosas. Pero, además, la fachada puede tener un gran impacto en la revalorización de las propiedades. En este sentido, podemos decir que la rehabilitación de fachadas está considerada como una de las cuestiones más importantes para tener en cuenta a la hora de pensar en hacer cambios en un edificio.

¿Por qué es importante la rehabilitación de una fachada de edificio?

En ocasiones, la fachada se repara porque hay problemas visibles de los que se ha dado cuenta. Pero no en todos los casos es así. Cada un determinado tiempo, se recomienda hacer una renovación de la fachada. Algunas de las razones de ello son las siguientes:

  • Una fachada renovada puede suponer una mejora considerable en la eficiencia energética del edificio. Esto acaba teniendo repercusiones no solamente en la calidad de vida y el confort de las personas del interior del edificio, sino también en el ahorro energético de las propiedades en el interior.
  • La rehabilitación de la fachada aumenta la calidad de las viviendas y el confort en el interior de estas. Con mejores condiciones en la fachada, se puede lograr una mayor calidad de vida.
  • Finalmente, una fachada rehabilitada aumenta el valor de las propiedades debido a que la calidad de las viviendas es más alta.

¿Qué criterios hay que considerar a la hora de rehabilitar una fachada?

Con el paso del tiempo, se han ido desarrollando nuevos modos de rehabilitar fachadas que van más allá de un cambio estético con pintura. Se trata de nuevos sistemas que apuntan a mejorar la calidad de las propiedades y poner el foco especialmente en el ahorro energético. En este sentido, una de las claves para ello suele estar relacionadas al aislamiento térmico exterior.

Pero además de reducir el consumo energético y aumentar el confort, los nuevos sistemas que se están implementando para rehabilitar fachadas son más sostenibles. Ello responde a una búsqueda por reducir las emisiones de CO2. Con este fin, se han desarrollado tecnologías de revestimiento con protección solar, que buscan reducir la acumulación de calor en las superficies, reduciendo la temperatura en las fachadas y cómo esta temperatura puede trasladarse a los interiores.

Teniendo en cuenta lo mencionado con anterioridad, los criterios que se suelen considerar actualmente para rehabilitar fachadas están vinculados a:

  • Ahorro energético
  • Confort en las viviendas
  • Durabilidad de los materiales
  • Reducción de las emisiones
  • Mejoras en las temperaturas

Opciones de fachada comunes en la actualidad

Siguiendo lo mencionado con anterioridad, podemos decir que distintos tipos de fachadas han ido surgiendo con el paso del tiempo con el objetivo de dar respuesta a las necesidades de los edificios contemporáneos. A continuación, hablaremos acerca de algunas opciones buscadas en la actualidad.

Fachada sate

Sate es un sistema que se refiere a un sistema de aislamiento térmico por el exterior. Se trata de la colocación de planchas de aislamiento térmico adheridas a los muros en la cara externa de las fachadas. Estos, van fijados a través de adhesivos o mediante un procedimiento de fijación mecánica. Lo que hace este aislante es proteger con un revestimiento de una o varias capas de protección al edificio. Se estima que los ahorros en factura energética en invierno pueden ser de hasta un 40% y, en verano, de un 30%.

Fachada ventilada

En este caso, se trata de un tipo de fachada que emplea un sistema constructivo de cerramiento de una hoja interior, una capa aislante y una hoja exterior no estanca. Lo que logra esta fachada es que cualquier acabado sea más duradero y que presente una mayor calidad. Además, mejora considerablemente las prestaciones tanto térmicas como acústicas aumentando, de esta manera, el confort y la comodidad en el interior de las viviendas.

Fachada de enfoscado de cemento

El enfoscado de cemento es un procedimiento que se aplica porque da lugar a un resultado duro y resistente. Es uno de los revestimientos más empleados en la actualidad para viviendas de bajo presupuesto. El aspecto no es de los mejores y el material no es excesivamente rígido. En general, se suele usar como un soporte para un nuevo revestimiento con un acabado diferente. Tiene un menor coste inicial y no requiere de mucho mantenimiento.

Fachada de mortero monocapa

Finalmente, debemos hablar de un sistema que consiste en la aplicación de un mortero predosificado de manera industrial. Este se compone de cemento y aditivos que se proyectan sobre las paredes de cerramiento en una capa con distintas posibilidades de colores y de texturas, que dan lugar a un buen acabado. Es un producto con excelentes propiedades transpirables e impermeables, aunque no presenta mejoras en lo que refiere al aislamiento.

Plazos para la rehabilitación de una fachada

El tiempo que se deje pasar para rehabilitar una fachada va a depender del estado de esta y de los materiales que la compongan. No obstante, en general, se recomienda rehabilitar la fachada de los edificios cada 25 a 30 años. Es un procedimiento que requiere de determinados cuidados para poder mantener la identidad de los edificios y generar una nueva fachada que logre los efectos buscados de acuerdo con cada caso en particular. Para poder hacer esta renovación, es necesario que los profesionales lleven a cabo una evaluación que permita valorar las necesidades de cada edificio y de cada fachada en particular.

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