Requisitos legales que debes conocer antes de reformar tu vivienda
A la hora de reformar una vivienda, no se trata solamente de conseguir quien lleve a cabo la obra. Además, de acuerdo con las características de esta, pueden ser necesarios ciertos requisitos legales. No es lo mismo reformar un baño que cambiar el suelo de una casa, a la vez que no es lo mismo pintar el interior que hacer reformas edilicias. Esto hace que sea frecuente tener dudas respecto de cuándo hay que solicitar una licencia de obra y cuándo no y qué requisitos legales hay que cumplir a la hora de hacer una reforma en una propiedad.
¿Cuándo es necesaria una Licencia de Obras?
Para cualquier tipo de intervención en una propiedad se necesita un permiso de obra, independientemente del tamaño de la reforma. Lo que va a cambiar es el tipo de licencia. En este sentido, lo más común es que se deba solicitar una licencia de obra menor o de obra mayor.
La licencia de obra menor se pide cuando se trata de obras que afectan a la distribución o la estructura interior de las viviendas. En estos casos, hay que asistir al Ayuntamiento y entregar cierta documentación (particularmente descripción de la obra y planos) y liquidar la tasa de obras. El proyecto se revisa para verificar que se está cumpliendo con la normativa vigente, siendo posible que se obligue cierta modificación en caso de observarse alguna irregularidad. En estos casos, existen dos tipos de licencias de obras menores: las de comunicado inmediato y las de comunicado diferido. En los dos casos, es para obras que afectan a la distribución y la estructura interior de la vivienda, pero con la diferencia de que, para el comunicado diferido, es obligatorio recibir una respuesta satisfactoria por parte del Ayuntamiento para poder dar inicio a las obras.
En lo que respecta a la licencia de obras mayores, es la que engloba un proceso más complejo. Es decir, la construcción de viviendas nuevas, la ampliación de metros de una vivienda actual o el cambio de uso de local a vivienda de uso privado. En esos casos, hay que tener en cuenta la cédula de habitabilidad. Son obras que no pueden empezar hasta obtener la licencia por parte del Ayuntamiento. En general, es necesario entregar los planos y descripción de obras y pagar tasas correspondientes para ello.
La cédula de habitabilidad
Siguiendo lo mencionado con anterioridad, en ocasiones, la legislación de España exige a los propietarios la tramitación de una cédula de habitabilidad. Esta es importante cuando se está construyendo una vivienda o se quiere pasar del uso de un local a una vivienda. La cédula de habitabilidad es un permiso en el que se certifica que una propiedad cumple con todas las normas de habitabilidad exigidas por la Ley en el decreto 141/2012. Es una cédula que tiene como período de vigencia 15 años, por lo que se debe volver a tramitar pasado ese tiempo. Lo que busca este certificado es garantizar el adecuado funcionamiento de la estructura física, como así también el sistema de agua, el sistema de electricidad, entre otros.
En este sentido, las condiciones de habitabilidad que debe cumplir una vivienda para su uso personal o familiar son las siguientes:
- Cumplir con la normativa de eficiencia energética vigente y contar con el certificado energético
- Tener una superficie útil de por lo menos 36 metros cuadrados
Tener una fachada exterior que permita ventilación e iluminación
- Que los baños no sean de acceso a otras habitaciones y que ninguno de los espacios de la vivienda sea de acceso a un local
- Altura mínima de 2,50 metros entre el techo y el piso
- Habitaciones de por lo menos 6 metros cuadrados
0,70 metros de ancho y 2 metros de alto en las puertas de acceso a las áreas internas, como mínimo
- Espacio de almacenamiento con profundidad de por lo menos 0,60 metros, 1 metro de longitud y 2,20 metros de alto
- Contar con un espacio para tender ropa con ventilación permanente y resguardado de la vista de los espacios públicos
- Contar con servicio de agua caliente y agua fría
- Tener servicio de electricidad y evacuación de aguas, baños, cocina con sistema de desagüe, entre otros
Hablemos de ITE
Por otro lado, es importante tener en cuenta la Inspección Técnica de Edificios (ITE). Es algo que se debe pasar de manera obligatoria cuando una edificación supera los 50 años desde su construcción. ITE es el sistema que evalúa el estado de las viviendas antiguas que tienen uso residencial. Es la única manera en que los propietarios pueden dejar constancia de que están cumpliendo con su obligación y que han realizado la conservación esperable de la vivienda. La inspección, en este caso, es llevada a cabo por estudios de arquitectura que realizan una observación visual de la edificación y verifican su estado. Lo que se comprueba es, especialmente: las redes de saneamiento, la fontanería, la estructura, la cimentación, las fachadas y medianeras, las áreas de acceso, entre otras cosas.
En caso de que el ITE resultara favorable, pero con deficiencias, esto quiere decir que el edificio o vivienda tiene deficiencias que no son graves ni ponen en riesgo la seguridad de los habitantes. De todos modos, si esto sucediera, el propietario se debe hacer cargo de su reparación. En caso de suceder en Comunidades de Vecinos, es la propia Comunidad la que se debe hacer cargo de los gastos de las reparaciones.
