Rehabilitación energética de edificios, ¿en qué consiste?
¿Sabías que tu edificio es una fuente de consumo energético que puede ayudarte a ahorrar y a reducir emisiones ? Esta es la principal función de la rehabilitación energética de edificios, consistente en una serie de acciones encaminadas a favorecer el ahorro energético (y con ello el económico), la mejora de la eficiencia energética y el aprovechamiento de las energías renovables. ¿Y cómo podemos conseguirlo?
Actuaciones de la rehabilitación energética de edificios
Si atendemos a las propuestas del IDAE (Instituto para la diversificación y ahorro de energía), podemos actuar en base a cuatro puntos de mejora, los cuales cada uno de ellos por separado ya estarán beneficiando la eficiencia de nuestra propiedad comunal:
- Mejora de la eficiencia energética de la envolvente térmica: cerramientos, huecos y puentes térmicos del edificio deben estar preparados para no dejar escapar la temperatura interior e impedir que afecte la exterior a la climatización del edificio, ya sea natural o artificial.
- Mejora de la eficiencia energética de las instalaciones térmicas y de iluminación: el edificio debe estar preparado para mantener una temperatura adecuada y optimizado para una iluminación, ya sea natural o artificial, que no requiera un alto consumo.
- Sustitución de energía convencional por biomasa en las instalaciones térmicas: las calderas de biomasa no sólo resultan ecológicas, sino que reducen el grado de dependencia energética y su consumo.
- Sustitución de energía convencional por energía geotérmica en las instalaciones térmicas: un paso más allá en recursos energéticos ecológicos es la energía geotérmica, ya que reduce el consumo, mejora la eficiencia y además no produce residuos ni emisiones.
Cómo aumentar la eficiencia energética de nuestro edificio
Estos cuatro puntos de actuación son los promovidos por el Gobierno de España en el último plan de ayudas creado para el fomento de la eficiencia en edificios de viviendas, pero no son las únicas actuaciones por las cuales podemos convertir nuestra comunidad en un referente ecológico y de ahorro.
Para ello, lo primero que debemos hacer es solicitar la certificación energética de todo el edificio, documento que nos permitirá saber no sólo la calificación que recibe nuestra comunidad de vecinos (en una escala que a va de la A de muy eficiente a la G de muy deficiente) y por tanto la forma de saber si es poco o muy mejorable nuestra situación en este aspecto, sino también aquellos puntos en los que flaquea nuestra edificación y en los que directamente podemos intervenir.
Así, si este informe (que también se genera al momento de solicitar la Inspección Técnica de Edificios) nos indica que existen deficiencias en el aislamiento térmico de la fachada, aunque es recomendable, no necesitamos una instalación geotérmica completa, sino que una rehabilitación del edificio centrada en su fachada nos puede ayudar a aumentar la calificación.